¡¡¡Buenas!!!
Las Reebok One Cushion ya tienen sus primeros kilómetros
encima…y algo de polvo. Llegué a la cita a las 6.30h. Todos/as me estaban
esperando, ya que les había contado que estrenaba zapatillas nuevas, gracias a
los proyectos de marketing participativo de la comunidad trnd. No podía pasar
desapercibido, con esos colores tan llamativos y el diseño tan agresivo. Les conté
la razón de los colores de la suela. A parte del tema estético, les expliqué la
tecnología que encierran. La suela está construida de una pieza, con tres
clases de EVA , una para cada zona de la pisada (apoyo, transición e impulsión).
Las diferentes densidades están pensadas para mejorar la comodidad y la
experiencia de correr. Todo esto recibe el nombre de FoamFusion.
Después de la foto de grupo, empezamos a correr por una zona
urbana, entre aceras y parques infantiles, dirección el Puente del Diablo.
Siento la zapatilla muy ligera, con gran amortiguación de los impactos. La
estabilidad del pie no se ve comprometida, a pesar de que no lleva cosidos ni
costuras, la tecnología Smooth Fuse se
porta de maravilla y el tobillo no sufre el más mínimo conato de torcedura.
Llegamos a una zona de tierra, bastante compactada y ancha.
El cambio de superficie no supone ningún trauma, siguen respondiendo bastante
bien y las sensaciones siguen siendo bastante buenas, pero las cosas
cambiarían…
Llegamos a la mitad del recorrido (km 6 aprox.) y empiezo a
notar calor en los pies. No los noto sudados, pero sí bastante calientes y eso
que son las 7h. de la mañana. Creo que esto puede ocurrir por la ausencia de
costuras, y me explico. Si comparamos las Reebok One Cushion con mis Saucony
Jazz 15, la tela de esta última es menos densa. La rejilla que tiene permite
ver a través de ella hasta el color de los calcetines. En las Reebok pasa al
contrario, las paredes son más gruesas, debido a que tienen que ser más rígidas
y suplir la ausencia de cosidos de refuerzo, que se pueden combinar con mallas
menos tupidas. Esta es mi teoría, pero igual alguno de vosotros me puede dar
otra razón. Ah!!! Los calcetines utilizados en una y otra son los mismos, para
evitar sesgos en la comparativa antes mencionada.
Tras recorrer por la orilla del río Llobregat, en sentido Montserrat, salimos a la antigua carretera N-II.
Allí de nuevo recobro las sensaciones del principio de la marcha. La comodidad
crece enteros cuanto más dura es la superficie (al menos para mí). Empiezo a pensar que el terreno duro es donde
esta zapatilla me puede dar más alegrías. Ya solo nos faltaría bajar por el
Carrer del Mur, cruzar el río Anoia y volver a casa.
Primera salida con las zapas nuevas y la cosa promete.
Seguiremos metiéndole kilómetros!!!
Muy buen post y excelente perspectiva de un corredor :). Ya nos contarás más.
ResponderEliminarUn abrazo,