sábado, 20 de julio de 2013

NAVABIKE V ANIVERSARIO





Para explicaros el segundo “objetivo” de la temporada, tengo que hacer un poco de historia…

Hace más de 10 años que veraneo  en un pueblo castellano, muy cerca de Segovia capital. Nava de la Asunción se llama, tierra de pinares, cangrejos, sol y…el pueblo de mis suegros. Todo empezó cuando retomé el ciclismo de montaña, compré una bicicleta nueva y la vieja la llevamos a Nava. Como no conocía nada de aquel territorio, me descargué unos Tracks por Internet para poder hacer salidas y pedalear en verano.  Es cuando conocí al Club Deportivo Navabike, pues eran ellos los que colgaban las rutas para GPS. Navegando por su web vi que en agosto celebraban un evento de btt, Navaviva le llaman, durante la semana cultural veraniega…







Y allí me planté yo, con mi bici de más de 13 años y su culote a juego. Cuando observé la pinta que tenían los organizadores  me quedé alucinado; equipación oficial, no les faltaba ni un detalle, pañuelo, guantes, maillot…todo a juego. Y sus monturas, vaya bicharracas!!! Bicis pata negra que solo había visto en las revistas. Pensé, Luichi ni se te ocurra salir con esta gente si no quieres morir en el intento, vaya planta de pros que tienen y tú no les duras ni un asalto. Así que tomé el refrigerio al que me invitaron y pasé el resto del verano en solitario, siguiendo rutas y conociendo los pinares…y sus bancos de arena. Era el verano de 2010.

 
 
 
Parecía que aquello de la bici de montaña calaba hondo en mi persona, no era una afición pasajera y empecé a entrenar durante el año con miembros del Club de mi pueblo, MartorellBike, en especial con el que considero mi mentor y maestro, un tal Juanjo Castells. Él me ha enseñado lo poco que sé de andar en bici de montaña y los muchos caminos y senderos que hay cerca de mi casa. Empecé a acudir a pedaladas y marchas populares de btt y conseguía volver con buenas sensaciones. Y decidí renovar el material pasados 2 años, esta vez  para huir de los frenos V-Brake  y  “enamorarme” de mi actual Alma (Orbea).
 
 

 
 
 
Total, que me envalentoné, y decidí que era hora de dar el paso, de conocer a los bikers que me invitaron a aquel refresco 2 años atrás en un día caluroso de verano.  No podía permitir perder mi “excelente” estado de forma en agosto por no poder practicar btt. Me lié la manta a la cabeza y tras un par de e-mails y contacto vía Facebook (cómo no!!!) ya tenía lugar y persona de contacto: Bar Punto de Encuentro, preguntar por Emilio Marugán. Ese verano fue el mejor verano que he pasado en Nava en más de 10 años, conocí la sierra de Valsaín (que hace de frontera natural entre Madrid y Segovia) me hinché a rodar entre pinares y encontré a unos maravillosos locos por el deporte. Fue entonces cuando me hablaron de la marcha “Navabike” la pedalada anual que organizaba el Club navero.  En ese momento tuve claro que no me podía perder esa cita…
 




 
 


 
 
Mayo 2013. Luichi carga el coche con las bicis, las niñas, la mujer y pone rumbo a la tierra de pinares. Al llegar al pueblo me siento de nuevo en casa, voy al encuentro de las nuevas amistades y el recuerdo del verano todavía flota en el ambiente. Me pongo a disposición de la Organización del evento para ayudar en lo que haga falta, y me comentan que harán una salida de reconocimiento por un tramo del recorrido. Acudo a la cita y por fin  puedo saludar al presi Emilio, al gran Borchi y a Jose “the Boss”, que gasta una preciosa Orbea Alma Absalon World Champion Edition.  Salida tranquila pero con algún percance premonitorio, pues Jose rompe la cadena y Emilio tiene que arremangarse para hacer de mecánico.


Yo estaba empeñado en que esta marcha tenía que ser diferente, quería ayudar en lo que pudiera. Tras insistir un poquito, me dejaron asistir al cuartel general del Club dos días antes de la marcha, donde iban a  prepararse las bolsas de los corredores, ultimar recorridos alternativos (en caso de meteorología adversa) coordinar la seguridad de los participantes (protección civil y ambulancias) y la logística de los avituallamientos. Me quedé sorprendido, la sede social (Planta superior del Bar Punto de Encuentro) se quedó pequeña para acoger a toda la gente dispuesta a “currar” por y para la prueba. Allí el que “cortaba el bacalao” era un tal David. Tenía muy claro como coordinar el trabajo de tanta gente y, PC Portátil en mano, puso orden en aquella sala, todos a trabajar en cadena y en silencio…bueno, algunos hacían más caso, otros no tanto ¡¡¡ ja ja ja!!! Cuando me quedé alucinado fue cuando David me llamó por mi nombre, si no había visto a aquel tipo en mi vida!!! Qué grande es este tío, sabe más que los ratones coloraos.
  
Mañana del día “D” me presento en el lugar de la salida. Ayudo a montar los arcos hinchables, las mesas, las cajas con las bolsas de los corredores y empieza a llegar gente. Que ambientazo, el sol empezaba a salir y aquello se llenó de ciclistas por todos lados. Muchos de ellos se conocían de ediciones anteriores, otros son de pueblos vecinos, se empiezan a hacer colas en las mesas para retirar los dorsales, la cosa marcha. Momento en que vuelvo a casa, me visto de corto y cojo mi bici. Al llegar al punto de salida, me dispongo a salir en la parte de atrás, para no perder la costumbre en las salidas  (podéis repasar mis anteriores crónicas en este blog, no aprendo ni a palos). Una voz familiar grita mi nombre y un tío corpulento, bien plantado y con pinta de atleta me dice “tú a mi vera” Era Borchi que me llama para que le acompañe en primera fila, bajo el arco hinchable. Vaya momentazo, estoy rodeado por completo por miembros del Club Navabike y hasta me sacan una foto con el alcalde!!!!  Tras la entrega del maillot conmemorativo al consistorio y unas palabras de David se da la salida a la prueba.

 

 

 

Tenía claro que esta pedalada estaba siendo especial por muchos motivos, así que busqué vivirla desde dentro.  A la salida del pueblo, por la carretera de Navas de Oro  (a la altura del “Studio 54 navero” (discoteca antes conocida como “Osiris”) decido apartarme de la cabeza del pelotón y esperarme con Borchi, que era al encargado de cerrar la marcha. Una tarea poco valorada pero muy necesaria para velar por la seguridad de los participantes y asegurarse que no queda nadie perdido en medio del monte. Al poco de comenzar primer “hombre al agua” o mejor dicho “hombre al sembrao” Paramos para interesarnos si necesitaba alguna cosa, pero no hizo falta intervenir, los bikers somos gente muy fuerte…

 

Seguimos por la pista entre arena y pinos, hasta llegar a un giro a la izquierda. Allí, el paisano que llevaba a mi lado se vuelve loco de alegría (y no es para menos). Su hijo Pablo le ha preparado una sorpresa,  está  controlando la marcha e indicando con un pirulo luminoso el giro a todos los participantes. Orgullo de padre, este Pablete apunta maneras encima y fuera de la bici, de tal palo… En este punto Borchi me presentó a Isidro, otro navabiker que se iba a quedar con nosotros cerrando la marcha: Poco a poco voy conociendo a más gente del Club!!! El recorrido A (el más duro) iba por la parte baja del río, nosotros nos quedamos esperando el paso de los participantes arriba y pudimos ver las dos caras de la moneda. Los primeros bikers que empujaban y llevaban una marcha de más puesta y otros que la llevaban de menos. Vaya caritas, y eso que a la marcha le quedaba un buen kilometraje, solo había hecho que empezar.  En ese momento también recibimos un jarro de agua fría pues, Jose “el Boss” (mi compañero en la salida de reconocimiento días antes) se había caído y parecía que la muñeca andaba tocada. Al final fisura ósea y un vendaje de yeso. Definitivamente esa semana estaba gafada para él. Espero que te mejores muy pronto y puedas volver a preparar El Soplao…y conquistarlo.

Una vez en Navas de Oro subimos la cuesta de Escarpias y nos dirigimos hacia Costanzana a muy buen ritmo. Llegamos a otro punto donde el recorrido A bajaba por un camino a la derecha y el resto seguían recto (menos duro). Aquí Borchi me demostró la experiencia que tiene en esto de organizar marchas btt, el cuidado y atención por el detalle. En teoría ya habían pasado todos los ciclistas del grupo A, pero él no quería quedarse con la duda…y menos mal. Su “olfato” nos llevó hasta un biker rezagado que se había quedado tirado por un pinchazo. Le ayudamos y pudimos retomar la marcha hasta el primer avituallamiento, en el monte Carbonero.
 


Ahora llegaríamos a un lugar que me dejó maravillado por su paisaje, en esta época del año muy verde, y que intentaré visitar este verano. Se trata de la subida a Fuentes, parecía la casa de los teletubbies, como si una alfombra recubriese el suelo y pedaleáramos sobre moqueta. Allí tuvimos que parar, para dejar pasar al grupo A de la marcha, que venían como un tiro. Luego pasamos por un puente de madera “artesano”. Según me contaron fue construido por un señor de la zona. Le faltaba un poco de mantenimiento y alguna tabla, pero pudimos pasar sin percances. Y la subida siguiente fue muy divertida, rodamos por encima de unas losas de piedra que llevaban a una cantera de pizarra, el sol apretaba de lo lindo por allí.

 

Había que recuperar tiempo para enganchar a los ciclistas del grupo B, así que después de una charla “técnica” de Borchi y los conductores del camión escoba, empezamos a tirar rápido camino de Domingo García y la ermita de San Isidro.  Empezamos a subir las piedras y vemos que las últimas unidades del grupo van bastante justitos y les cuesta subir. Pensé “bien, ya hemos alcanzado al gran pelotón” pero un par de percances nos haría retrasarnos de nuevo. De repente veo como Borchi rompe la cadena de su bici. Normal, con ese poderío y esa potencia que guardan sus piernas necesitaría una cadena de Adamantium ( algunos estaréis flipando, no conocéis este metal. Es el material con el que están hechas las garras de Lobezno. ¿Qué quien es Lobezno? Otro día os hablo de los X-Men, ok?). Nada que no pueda arreglar un trincha-cadenas y un cierre rápido. Seguimos subiendo…

 

Cuando empezamos a bajar, dirección a Bernardos, vemos a 2 bikers en apuros. Uno de ellos había pinchado la cámara. Además no podía prestarle la que llevaba yo de repuesto, ya que su llanta tenía el agujero fino de válvula presta. Intentamos poner 2 parches, pero el trabajo fue inútil. La cámara llevaba dentro un líquido anti pinchazos y tenía como unos bultos que impedían la buena adherencia del parche. Al final vino Felipe y otro compañero en un Quad y llamaron a la Pick-Up para echar la bici arriba. Perdimos mucho tiempo entre estos dos percances, así que acortamos un poco la ruta y fuimos directos al segundo avituallamiento. Allí las chicas estaban esperándonos para reponer fuerzas. Un plátano, recarga de agua en la mochila y salimos zumbando camino del paso de la Balisa. El compadre que venía conmigo se creció después de ver a su mujer, que le había guardado un Aquarius. Pero aquello no era Aquarius, aquello debía ser la pócima mágica de Asterix y los irreductibles galos. ¡¡¡Como daba pedales!!! Yo volvía a sufrir por la cadena, ya no me quedaban más eslabones rápidos…


 
Una vez en la Balisa veo que está Adolfo (el hermano del presi) preparado para sacarnos unos retratos con su cámara. Como había un palmo de agua, en vez de bordear el charco, lo pasé por el medio. Ya que te van a hacer una foto, al menos que salga chula, no???  Doy fe que la secuencia de instantáneas es espectacular. Gracias Tobe!!!  Llegamos al camino del Ave y empezamos a ver las últimas unidades de la marcha. Allí fue el primer y único momento de relajación de todo el recorrido, donde fuimos a remolque de las circunstancias. Al llegar al prado de Navaverde estaban todos parados para reagruparnos, y así fue como entramos triunfales por las calles de Nava, que acogió la llegada de los ciclistas con aplausos y gritos de ánimo. Cruzamos la línea de meta los tres mosqueteros (Borchi, Isidro y yo) y allí obtuve el mejor trofeo que se puede tener, a mis tres chicas esperándome para darme un enorme beso y abrazo. Mereció la pena el esfuerzo.

 












Una vez duchado me dirijo hacia el Polideportivo, a comer con la familia y explicarnos las aventuras vividas durante la mañana. Como nos daba corte y conocíamos a pocas personas, nos pusimos a comer en las gradas, y dejamos las mesas para los demás. Cuando estábamos terminando una persona, desde lo lejos, hacía aspavientos con las manos. Era Borchi, que nos invitaba a bajar a la pista y comer con otros miembros del Club. Y el momento especial de la tarde vino cuando me entregaron el premio al ciclista que venía de más lejos.  David no paraba de hablar por el micro, de repente, todos se giraron y me miraron a mí. No me había enterado, pero me estaban llamando para recoger el obsequio…JUAS!!!  Pocas cosas se pueden criticar de la marcha, pero una sugerencia es contar con otro equipo de sonido para ediciones futuras. El que se utilizó no se escuchaba bien y producía mucho eco.
 
 
 
Y esta es mi visión personal de la marcha Navabike V aniversario. A continuación os dejo el enlace a la página web del Club (mi Club) algún video de la marcha y el track GPS grabado aquel día.

 

 Nos vemos este verano, Navabikers.

Sitio Web C.D.Navabike

Track GPS Navabike V aniversario by Luichi_CR

 
 
 

Todos los videos y muchas fotos son cortesía de Adolfo Marugán

 

miércoles, 3 de julio de 2013

Quebrantahuesos 2013




Selénika, Monegros, Trinxacadenes, Cabrilenca, Catllaràs…el año pasado estuvo lleno de buenas e intensas pedaladas. Disfrutamos de todas ellas al máximo y ahora tocaba planificar la temporada 2013. En nuestra cabeza resonaba un nombre mítico, una posibilidad, otro reto con el que soñar y esforzarse para llegar en buena forma y “disfrutar” de su recorrido. Quebrantahuesos btt 2013 nos pareció demasiado interesante y atractiva como para dejarla escapar. Segunda edición, prueba con carácter UCI PRO MARATHON y que daba, a los 20 primeros clasificados, el pasaporte para disputar el campeonato del mundo de la especialidad, palabras mayores.

 
 
 













La carrera estaba programada para últimos de abril. Contando que nuestra inscripción fue efectiva a mediados de febrero, tenía algo más de dos meses para prepararme física y mentalmente. Con un invierno tan lluvioso como el de este año se hacía difícil poder entrenar bien la base. Por este motivo, el regalo de mi cumpleaños fue un rodillo para entrenar bajo techo. Ya hablaré más extensamente, en otra entrada, de este “engendro mecánico” pero os puedo adelantar que está más que amortizado.  BKool se llama el aparatito, 100% recomendable. Hemos sido muy amigos durante el periodo invernal, a pesar de que mucha gente me había advertido de lo aburrido y tedioso de entrenar así. Todo está en la mente (o eso dicen) así que con la motivación por las nubes y algo de fuerza de voluntad pudimos completar un periodo de 8 semanas trabajando el fondo físico. La temporada que viene repetiré el programa de base, esta vez por 3 meses. Los resultados se notan, el cuerpo sufre adaptaciones al esfuerzo, pero no esperes verlas a corto plazo.

 


Las aventuras en solitario son épicas, pero en compañía son…MÁS DIVERTIDAS!!!  Así que nos volvimos a juntar los de siempre, los “tres mosqueteros del btt”  Axel, Eloi y un servidor. Teníamos reservado un Bungalow en un camping a las afueras de Sabiñánigo. El sábado 27 de abril emprendimos la marcha a medio día, parada técnica para comer algo y llegada a primera hora de la tarde a destino. Fuimos a recoger los dorsales y tuvimos la primera sorpresa del día. La Organización del evento, por causas de la meteorología, tuvo que suspender parte del recorrido. La primera ascensión estaba muy deteriorada por las nevadas acontecidas durante la semana y no podían asegurar la integridad física de los participantes. Hicieron un recorrido alternativo y  rebajaron el desnivel positivo acumulado previsto (y menos mal…).

 
 

Nos levantamos la mañana del domingo con muchas dudas en la cabeza, sobre todo de cómo salir vestidos para afrontar aquella aventura. Las noticias decían que en la cima de los puertos estaban bajo cero, el sol no acababa de hacer acto de presencia y la confusión nos comía por dentro. Después de hacer alguna prueba, Eloi y yo salimos de riguroso invierno y Axel, en plan torero, de corto, con manguitos y chaleco. Olé tus pelotas, nen!!!
 
 
 

 

En la línea de salida mucho ambiente, mucho maillot lleno de publicidad, señal que habían unos cuantos “Pros”  dispuestos a darlo todo. Si ponías la oreja, aquello era como la torre de Babel, había gente de muchos países diferentes. Sin acomplejarnos en absoluto sacamos nuestras monturas y fuimos a calentar un poco las piernas. Pudimos saludar a nuestro amigo maño, el señor Royo, piloto ilustre y parte fundamental del Craksracing Aragón (campeonato de karts de alquiler). Tenía a un compañero de trabajo inscrito y se acercó a desearnos suerte (la íbamos a necesitar). También coincidí con el gran Israel Núñez, compañero en el club MartorellBike y ganador de la Titan Desert 2009, entre otras muchas pruebas de renombre internacional. Pero él juega en otra liga, está en primera división y finalmente ganaría, por derecho propio, una de esas 20 codiciadas plazas para acceder al campeonato mundial de la especialidad. Que grande eres macho!!!
 

 























Salimos, para variar, en la cola del pelotón. Es un clásico, así nos curamos en salud y disponemos de una excusa perfecta para explicar nuestros pobres resultados en carrera (s.c). Nada más salir un pequeño repecho hace estirarse el  grupo numeroso y con ganas de dar pedales. Salimos a carretera para enlazar con una pista muy rápida, llena de charcos (algunos inmensos)  y donde vimos alguna que otra caída. Tras otro tramo de asfalto llegamos a una dura subida. Supongo que estaba pensada para hacer una primera criba seria del personal, pero arriba había un tapón de tres pares de narices. Todo el mundo parado, porque empezaba un senderito sube-baja, tipo single-track y el acceso era muy estrecho, demasiado. Creo que la organización tuvo que poner otra subida más larga antes, porque allí todo el mundo perdió más de media hora. Los Pros pasarían muy estirados, pero los “populares” vamos en rebaños y luego pasa lo que pasa. Allí me reagrupé con Eloi, hicimos casi todo el camino juntos, hasta la subida final.


 

Después del senderito nos esperaba una bajada muy técnica, llena de piedras muy grandes y afiladas, ideales para dejarte la clavícula…y algún diente en caso de caída. Ahora vuelve a tocar pista rápida hasta llegar a la segunda trampa del día. Había que cruzar un río, pero no había paso habilitado.  Tampoco había miembros de la Organización, tan solo un motorista sentado en lo alto de una roca viendo como las pasábamos putas intentando cruzar. Menos mal que los bikers somos gente solidaria. Solo así se explica cómo teníamos que dar un salto de más de metro y medio para pasar a la otra orilla y luego pasarnos las bicis por el aire. Aventura pura.

 
 
 
 
Seguimos llaneando hasta una población con cuatro casas. No recuerdo el nombre, pero sí el empedrado de sus calles, enorme!!!  Que duro fue pasar por allí, con las piernas como estacas del sofocón que nos habíamos pegado para recuperar el tiempo perdido en aquel senderito…  Tras remontar un pequeño desnivel dimos cuenta de un divertido caminito, cerrado por la vegetación, que nos llevó a uno de los avituallamientos  previstos por la Organización. Aquí los voluntarios estuvieron de 10. Ofrecían aguantarte la bici, traerte comida, informarte de los kilómetros que quedaban. Esa es la parte que más destacaría, el trabajo desinteresado de los voluntarios. Por una camiseta de recuerdo se dejan la piel y las fuerzas para que los participantes lo pasemos bien. Por eso es tan importante no participar NUNCA en una prueba sin el correspondiente dorsal. Tengamos respeto por los demás.


 

Un plátano y medio después, estábamos en marcha de nuevo. Llegamos a una población muy grande, creo que era Biescas. Allí, en medio de una plaza dura, estaba el amigo Royo con su cámara de fotos. Nos pusimos muy contentos de verle y nos hizo unas instantáneas para recordar el momento. Gracias Dani!!!! Cruzamos una riera casi seca y tras subir una rampa de madera, empezamos a tirar fuerte en llano. Poco a poco me voy despegando de Eloi con bastante facilidad, solo manteniendo el ritmo. Es ahora cuando recoges los frutos de un entreno ordenado y meticuloso durante el invierno. El trabajo en rodillo daba sus resultados y podía mantener el esfuerzo sin subir exageradamente de pulsaciones. Todo un lujazo para este cuerpo serrano. Empieza una subida zigzagueante que me rompe la cadencia y pongo pie a tierra por primera vez. Las dudas me corroen por dentro, temo quedarme sin fuerzas a estas alturas y todavía queda lo peor, la ascensión a Punta Güé. Llego al próximo avituallamiento exhausto, anímicamente tocado y espero a Eloi. Cuando llega está tan fatigado como yo, pero no duda. “He venido a hacer el recorrido largo y lo voy a acabar” esas palabras me cambiaron el chip y tengo que agradecerle el “empujoncito” que me dio.  Aquella afirmación, arrancada desde el centro del corazón, desafiando al cuerpo y a la mente, me ayudaron a afrontar la subida con energías (mentales) renovadas.
 

 

Empieza la gran ascensión. Después de una dura rampa asfaltada encontramos una pista no muy ancha, en claro ascenso y con muchas curvas, para poder salvar la pendiente. Hasta aquí voy rodeado de ciclistas, hay bastante ambientillo, pero al llegar al cruce con el recorrido corto me quedo más solo que la una. Todo el mundo tira para abajo, pero yo, como Eloi, no dudo y empiezo la subida en solitario, ya que mi rubio y alto compañero de fatigas se había vuelto a descolgar. El terreno enganchaba mucho, había numerosos charcos y barrizales que ocupaban todo el camino. Muchas revueltas y muy poca gente. Pude adelantar alguna posición, encontré a otros parados al borde del camino. Me interesé por si tenían alguna avería, pero me dijeron en tono jocoso que “lo que necesitamos son unas piernas nuevas” El sentido del humor no debemos perderlo NUNCA, sea cual sea el fregao en que nos metamos. Seguimos a ritmo, a mi ritmo de supervivencia y la poca concentración que me queda la pierdo al ver que empieza a llover “en cámara lenta” vamos, que estaba NEVANDOOOO!!!!!   Aquí sí que se dibujó una sonrisa en mi cara. El año pasado, por estas fechas, nos diluvió en la marcha Monegros , ahora nieve ¿y el año que viene, qué?

 

 

Por fin, tras una larga y dura ascensión, pude ver el impresionante paisaje que se me presentaba como premio al esfuerzo.  Aquí sí que se apreciaba el desnivel remontado y los más de 1.500 metros de aquella montaña. Unas fotos para el recuerdo, una barrita entre pecho y espalda y a afrontar la bajada, o eso creía yo… Tras bajar a gran velocidad no más de 2 Km me encuentro una pared casi vertical. Buf, a caminar toca, arrastrando la bici que parece haber engordado unos cuantos kilos desde la salida. Llego a un punto donde había un equipo de rescate, de unas 4-7 personas vestidas de naranja y con una camilla de salvamento. Aquello me olió a chamusquina y puse ojo al parche. Allí empezaba una terrible bajada con mucho desnivel. Como me precedía un grupo de ciclistas vascos, decidí esperar y ver como empezaban a descender. Lo tuve claro cuando vi al primero de ellos salir por orejas haciendo la conocida “catapulta infernal”  Pie a tierra, al menos en los primeros metros de barranco. Montamos de nuevo y aquello sí que fue “enjoy” como dicen en mi club. Bajada single-track con mucha piedra suelta, técnica  y con revueltas cerca del precipicio. Vistas alucinantes, más si pensabas que había que llegar allí donde las personas parecían puntos…

 
 
Una vez abajo,  la confianza en mí mismo había crecido enteros. Sabía que lo tenía en el saco, que la carrera la tenía en el bolsillo. Nueva parada para hacerme unas fotos con las montañas nevadas de fondo y a apretar el culo de nuevo encima de la bici. Pero esta carrera tenía más trampas que una película de chinos y llegamos a la traca final. Tuvimos que pasar un río enorme, enmoquetado con unas pedazo de piedras (cantos rodados)  que casi no podías dar pedales. Lo bueno es que tenías que pasar por allí sí o sí. La pregunta a estas alturas de pedalada era ¿hacía falta hacernos pasar otro río y llegar calados hasta los huesos? No hubo tiempo para pensárselo mucho, piernas mojadas hasta las rodillas y con un par. Pasamos por una ermita muy chula y empezamos a remontar dirección Sabiñánigo, hasta llegar a un pequeño circuito señalizado que daba paso a línea de meta.
 

 











Muy contento de poder terminar una prueba tan dura y exigente. La alegría interior contrastaba con la imagen desoladora de la zona de llegada. Habían habilitado unas gradas donde solo estaban Axel y los padres de Eloi. Ni rastro de megafonía, el camión del pódium cerrado, nada de animación, ni tan solo la tarde gris ayudaba. El único consuelo que tuvimos fue una taza de caldo caliente y una bebida energética. Escaso, preocupante y patético. He participado en marchas con un coste de inscripción mucho menor y al final del recorrido te han obsequiado con una camiseta de recordatorio, te han dado de comer un bocadillo y unas bebidas (sino un menú completo) prensa deportiva, etc. Una prueba, a priori, con tanto nombre como la Quebrantahuesos (supongo que su hermana mayor será diferente) no puede ofrecer como obsequio un bote de plástico con publicidad del principal sponsor  y un vasito de caldo caliente. Que menos que, después de acabar tan exigente recorrido, tener un recuerdo como finisher (diploma o medalla que lo acredite) y algo de comida caliente y consistente que llevarte al cuerpo. En este evento he tenido la sensación de que les hemos pagado la carrera a los ciclistas profesionales. Si la prueba está abierta a ciclistas populares la Organización también los tiene que tener en cuenta, mirar por su confort y cuidarse de su atención.  Algo decepcionado en este aspecto, espero que se pueda mejorar en años venideros. Un evento de estas características da mucha vida a una población y deja mucho dinero en turismo (alojamientos, comidas, gastos varios) como para perder participantes en futuras ediciones.
 

 

Como siempre, os dejo con el enlace a la página oficial del evento, al track grabado por mí y a un video resumen de la carrera. Hasta la próxima aventura!!!

QUEBRANTAHUESOS 2013


 

viernes, 7 de junio de 2013

PRÓXIMAMENTE...

Hola a todos/as!!!!

Os tenía abandonados, por eso escribo esta entrada, para anunciaros las próximas crónicas que se publicarán. Todas serán de pruebas deportivas en 2013.

Aquí os dejo un adelanto. Nos vemos!!!!


                        QUEBRANTAHUESOS BTT UCI MARATHON 2013 (Sabiñánigo).
 
 
DUATLÓ EL DIABLE 2013 (Martorell).




                                      NAVABIKE 5º ANIVERSARIO (Nava de la Asunción).


lunes, 29 de octubre de 2012

TRINXACADENES 2012

 




Parece ser que no teníamos bastante con hacer la Selénika, teníamos “hambre” de btt y seguimos buscando objetivos. Se nos puso delante La Falconada de Sabadell, pero ya no quedaban inscripciones libres. La otra opción (más exigente) era la Trinxacadenes, solo escuchar el nombre se te ponen los pelos de punta…

 

El domingo 21 de octubre tocaba madrugar. No había opción de recoger el dorsal el día anterior, así que quedamos a las 8h. en Vallromanes para realizar los trámites previos a la salida. Además del “dúo sacapuntas”  (léase Axel y yo) este día contamos con la compañía de mi amigo Antuan y de Santibon, que se estrenaba en esto de las pedaladas. Gerard, un compañero de Club también estaba inscrito, pero no pude hablar con el y su participación era dudosa.


 




La Organización se puso las pilas y a la entrada del pueblo, muy bien señalizado, habían habilitado un parking para poder dejar los coches y descargar las burras. Unos metros más arriba, justo en la pista polideportiva, estaba la recogida de dorsales. Menos mal que la pista estaba techada, porque 15 minutos antes de la salida oficial, programada para las 9h. cayó el diluvio universal. Como sería el chaparrón que no quedó nadie en la línea de salida, ni aquellos bikers que optan a la victoria y hacen cola mucho tiempo antes.





Milagrosamente dejó de llover 5 minutos antes de la salida. Aquí llegó la duda, porque llevábamos todos puesto el chubasquero, pero al dejar de llover, opté por quitarme la prenda, para evitar pasarlo mal en las primeras rampas. Prefería mojarme que tener un buen calentón. Y en cuestión de segundos mis compis hicieron lo propio. Savia elección, pues no volvió a llover durante toda la pedalada. Allí nos encontramos con Gerard, que al final pudo despegarse las sábanas y se lió la manta a la cabeza para dar pedales ¡¡¡bien!!!



Salimos, para variar, desde atrás pero con ganas de remontar posiciones y tirar fuerte desde el principio. La grupeta de 5 enseguida se quedó fraccionada en 2 grupos. Antuan con la bici muleto (su Canyon está en parada técnica por el amortiguador trasero) y Santibon en su primera pedalada “oficial” prefirieron coger un ritmo más tranquilo. Gerard, Axel y yo comenzamos a tirar. Aquella tripleta duró unos 5 km. junta porque yo me descolgué para coger mi ritmo y empezar a guardar fuerzas para lo que vendría, que era bastante exigente…

 

Tras subir bastante cómodo la primera subida, de las seis que tenía la ruta, empezamos a bajar por un senderito fácil y por una pista rápida después. Los dos días de lluvias anteriores habían dejado el firme en mal estado, muy resbaladizo y peligroso. Al llegar a bajo toca remontar por una especie de riera que se convertiría en pista, el tramo más duro del recorrido. Allí nos dejamos media vida, escalando (subir es un eufemismo) aquella dura pista. Aquí tuve que poner pie a tierra antes de que me explotara el corazón y no fui el único. Ya se sabe, mal de muchos, consuelo de tontos…

 

 

Al coronar nos esperaba el primer avituallamiento del día. Aprovecho para llenar la joroba de agua y tomar algo de fruta. La pendiente en este punto se suavizó mucho, seguimos remontando un poco más hasta empezar otro senderito de bajada muy divertido que nos llevaría a tomar la primera decisión del día. Si seguimos recto nos decantamos por el recorrido corto, si giramos a la derecha en subida optaríamos por el temido recorrido largo. La segunda rampa del día había minado las fuerzas y la moral del que escribe, pero el reto de terminar esta pedalada tan reconocida por su dureza era muy apetecible. Evidentemente, giré a la derecha.

 

Tras pasar por un control de paso colocado por la organización, paré a limpiar la transmisión de mi Alma con un poco de agua y la ayuda de una rama. A pesar de que la bici iba hasta el culo de barro, la cadena no dio el más mínimo problema, ni el más pequeño ruido o atisbo de fallo. Las primeras rampas fueron duras, luego se suavizó la pendiente. Creo recordar que pasamos cerca de una hípica, aquí giro a la izquierda y seguimos subiendo. Pregunto a un miembro de la organización cuanto queda de recorrido y me dice que estamos a mitad de la pedalada. No me cuadra nada, ya que el parcial de mi cuenta está en 8 Km. los 8 Km más largos de mi vida. Pero el que estaba equivocado era yo, ya que a causa del barro el sensor del cuenta dejó de funcionar. Consultando el GPS llevába más de 16 Km en las patas.

 

Otra bajada, al principio bastante rápida y fácil que se convertiría en una trampa “mortal” Un senderito exquisito en bajada, en condiciones de seco, pero con barro era una gran putada. Tras hacer un cursillo acelerado de derrapaje y frenar en más de una ocasión con algún árbol, decidimos poner de nuevo pie a tierra para evitar males mayores. Pero esto solo era la antesala de otro pequeño infierno, el que se viviría al remontar la nueva subida. Aquello no era barro, era chocolate. La pendiente y el barro removido no facilitaban las cosas y te dejabas las pocas energías que quedaban en tu cuerpo en aquella pista de patinaje.
 
 

 

Volvemos a bajar, esta vez por una pista rápida, que a veces se cierra mucho, repleta de escalones, con las temidas raíces pero con el piso bastante compactado que dejaba algo de tiempo para relajarse encima de la bici y disfrutar del recorrido. Llegamos al segundo (y último) avituallamiento. Pido agua y me comentan que les queda muy poca y que no pueden dar mucha. Enseño el Kamelbak  y me rellenan un poquito el depósito. Cuando procedo a ponérmela en la espalda noto un pequeño “Tsunami” que recorre mi espalda y mi cuerpo. Otro biker me dice “me parece que no lo has cerrado bien”  Efectivamente, con las prisas había dejado semiabierto el tapón y me duché entero. Avergonzado tiré para delante casi sin agua y con el cuerpo helado por el chapuzón inesperado. Cualquiera pedía agua de nuevo por semejante estupidez…

 

Quedaban 2 subidas de las seis iniciales. Había que poner el cuerpo en modo “endurance” y acabar lo más fresco posible. Durante el recorrido nos encontramos a otros bikers que iban en parejas, llevaban dorsales y unos porta-mapas muy grandes. Paré y les pregunté si estaban haciendo alguna competición. Me comentaron alguna cosa de un raid. Habrá que investigar, tenía buena pinta al combinar bici y orientación. Seguimos y llegamos a una población. No da tiempo a adentrarnos en ella que nos hacen girar a la izquierda por una pista ancha, con bastante tráfico de coches. Rompemos de nuevo por un senderito con mucho sube-baja, para ascender el último escollo para llegar a meta.



Durante la última subida conversamos con un biker local, el cual nos habíamos cruzado en muchas ocasiones durante el recorrido. Me comenta que las dificultades han terminado, que ahora toca una suave bajada hasta el pueblo y cruzar la meta. Al llegar a una urbanización y ponernos los dientes largos porque desde allí se veía la llegada, nos hacen subir otra vez por un tramo de asfalto. Era un pequeño regalo, un tramo totalmente encintado, al más puro estilo circuito XC, que nos llevaría hasta el punto de salida.

 

Antes de cruzar el arco de meta escucho las voces de mis compañeros de fatigas, todos en la meta, dándome ánimos. ¿Cómo es posible que estén todos, si menos Gerard y Axel no me había adelantado nadie más?  La respuesta es que Santi y Antuan optaron por el recorrido corto. No se lo reprocho, el trazado largo era muy duro y más después de estar lloviendo dos días seguidos había que tenerlo muy claro y medir bien las fuerzas. A la llegada, limpieza de bicis, butifarrada y recogida de camiseta técnica. Estas camisetas están muy bien, pero es el obsequio que más repiten las pedaladas últimamente. Si no fuera mucho pedir, voy falto de Culotes, así que sería un detalle que en la próxima ocasión caiga alguno, JUAS!!!



Termino agradeciendo a la Organización el trabajo realizado, aunque se les podría criticar que cerraran el servicio de duchas muy pronto. Nos quedamos sin poder asearnos y tuvimos que volver a casa llenos de barro. Suerte de las toallitas húmedas de mis hijas que llevo en el coche, altamente recomendables en el vehículo de cualquier ciclista. Y destacar el papel de mis compañeros de pedales:


-          Axel, el jodío está fuerte de cojones. Completó el recorrido en menos de tres horas y por poco logra estar en el TOP 100.

-          Gerard. No está en su mejor momento anímico, pero ha nacido para ir en bici. En esta ocasión hizo el recorrido corto, pero dejó su sello al hacer un tiempo muy respetable. No lo vimos en meta, pero nos regaló una foto en la misma salida.

-          Santi. Hace poco que disfruta de su 29er. Axel consiguió que se apuntara a este reto y lo pasó con nota. Tienes que venir más con nosotros figura!!!

-          Antuan. No tenía su “arma” a punto y corrió con el muleto. A pesar de que conocía la dificultad de la prueba (ya ha corrido otros años) se apuntó. A poco que cuide su forma física nos da pal pelo. Cuídate!!!!



Ahora os dejo con los enlaces pertinentes del Track, la pedalada y una foto muy especial, con dos auténticos campeones y Titanes del desierto. Mar, primer clasificada en féminas e Isra (Israel Núñez) segundo absoluto, ambos bikers de Martorell y pertenecientes a mi Club. GRANDES!!!!!

 


Trinxacadenes 2012 by Luichi_CR de luichi_cr en Garmin Connect: Detalles

Web oficial de la Trinxacadenes



Y como siempre, para finalizar, un video de la pedalada que nos ofrece la organización con la ayuda del grupo ciclista QKS de Llum y subido a Youtube por el usuario 11redir :



¡HASTA LA PRÓXIMA!