Para explicaros el segundo “objetivo” de la temporada, tengo
que hacer un poco de historia…
Hace más de 10 años que veraneo en un pueblo castellano, muy cerca de Segovia
capital. Nava de la Asunción se llama, tierra de pinares, cangrejos, sol y…el
pueblo de mis suegros. Todo empezó cuando retomé el ciclismo de montaña, compré
una bicicleta nueva y la vieja la llevamos a Nava. Como no conocía nada de
aquel territorio, me descargué unos Tracks por Internet para poder hacer
salidas y pedalear en verano. Es cuando
conocí al Club Deportivo Navabike, pues eran ellos los que colgaban las rutas
para GPS. Navegando por su web vi que en agosto celebraban un evento de btt,
Navaviva le llaman, durante la semana cultural veraniega…
Y allí me planté yo, con mi bici de más de 13 años y su
culote a juego. Cuando observé la pinta que tenían los organizadores me quedé alucinado; equipación oficial, no
les faltaba ni un detalle, pañuelo, guantes, maillot…todo a juego. Y sus
monturas, vaya bicharracas!!! Bicis pata negra que solo había visto en las
revistas. Pensé, Luichi ni se te ocurra salir con esta gente si no quieres
morir en el intento, vaya planta de pros que tienen y tú no les duras ni un
asalto. Así que tomé el refrigerio al que me invitaron y pasé el resto del
verano en solitario, siguiendo rutas y conociendo los pinares…y sus bancos de
arena. Era el verano de 2010.
Yo estaba empeñado en que esta marcha tenía que ser
diferente, quería ayudar en lo que pudiera. Tras insistir un poquito, me
dejaron asistir al cuartel general del Club dos días antes de la marcha, donde
iban a prepararse las bolsas de los
corredores, ultimar recorridos alternativos (en caso de meteorología adversa)
coordinar la seguridad de los participantes (protección civil y ambulancias) y
la logística de los avituallamientos. Me quedé sorprendido, la sede social
(Planta superior del Bar Punto de Encuentro) se quedó pequeña para acoger a
toda la gente dispuesta a “currar” por y para la prueba. Allí el que “cortaba
el bacalao” era un tal David. Tenía muy claro como coordinar el trabajo de
tanta gente y, PC Portátil en mano, puso orden en aquella sala, todos a
trabajar en cadena y en silencio…bueno, algunos hacían más caso, otros no tanto
¡¡¡ ja ja ja!!! Cuando me quedé alucinado fue cuando David me llamó por mi
nombre, si no había visto a aquel tipo en mi vida!!! Qué grande es este tío,
sabe más que los ratones coloraos.
Mañana del día “D” me presento en el lugar de la salida. Ayudo a montar los arcos hinchables, las mesas, las cajas con las bolsas de los corredores y empieza a llegar gente. Que ambientazo, el sol empezaba a salir y aquello se llenó de ciclistas por todos lados. Muchos de ellos se conocían de ediciones anteriores, otros son de pueblos vecinos, se empiezan a hacer colas en las mesas para retirar los dorsales, la cosa marcha. Momento en que vuelvo a casa, me visto de corto y cojo mi bici. Al llegar al punto de salida, me dispongo a salir en la parte de atrás, para no perder la costumbre en las salidas (podéis repasar mis anteriores crónicas en este blog, no aprendo ni a palos). Una voz familiar grita mi nombre y un tío corpulento, bien plantado y con pinta de atleta me dice “tú a mi vera” Era Borchi que me llama para que le acompañe en primera fila, bajo el arco hinchable. Vaya momentazo, estoy rodeado por completo por miembros del Club Navabike y hasta me sacan una foto con el alcalde!!!! Tras la entrega del maillot conmemorativo al consistorio y unas palabras de David se da la salida a la prueba.
Tenía claro que esta pedalada estaba siendo especial por
muchos motivos, así que busqué vivirla desde dentro. A la salida del pueblo, por la carretera de
Navas de Oro (a la altura del “Studio 54
navero” (discoteca antes conocida como “Osiris”) decido apartarme de la cabeza
del pelotón y esperarme con Borchi, que era al encargado de cerrar la marcha.
Una tarea poco valorada pero muy necesaria para velar por la seguridad de los
participantes y asegurarse que no queda nadie perdido en medio del monte. Al
poco de comenzar primer “hombre al agua” o mejor dicho “hombre al sembrao”
Paramos para interesarnos si necesitaba alguna cosa, pero no hizo falta
intervenir, los bikers somos gente muy fuerte…
Seguimos por la pista entre arena y pinos, hasta llegar a un
giro a la izquierda. Allí, el paisano que llevaba a mi lado se vuelve loco de
alegría (y no es para menos). Su hijo Pablo le ha preparado una sorpresa, está controlando
la marcha e indicando con un pirulo luminoso el giro a todos los participantes.
Orgullo de padre, este Pablete apunta maneras encima y fuera de la bici, de tal
palo… En este punto Borchi me presentó a Isidro, otro navabiker que se iba a
quedar con nosotros cerrando la marcha: Poco a poco voy conociendo a más gente
del Club!!! El recorrido A (el más duro) iba por la parte baja del río,
nosotros nos quedamos esperando el paso de los participantes arriba y pudimos
ver las dos caras de la moneda. Los primeros bikers que empujaban y llevaban
una marcha de más puesta y otros que la llevaban de menos. Vaya caritas, y eso
que a la marcha le quedaba un buen kilometraje, solo había hecho que empezar. En ese momento también recibimos un jarro de
agua fría pues, Jose “el Boss” (mi compañero en la salida de reconocimiento
días antes) se había caído y parecía que la muñeca andaba tocada. Al final
fisura ósea y un vendaje de yeso. Definitivamente esa semana estaba gafada para
él. Espero que te mejores muy pronto y puedas volver a preparar El Soplao…y
conquistarlo.
Una vez en Navas de Oro subimos la cuesta de Escarpias y nos
dirigimos hacia Costanzana a muy buen ritmo. Llegamos a otro punto donde el
recorrido A bajaba por un camino a la derecha y el resto seguían recto (menos
duro). Aquí Borchi me demostró la experiencia que tiene en esto de organizar
marchas btt, el cuidado y atención por el detalle. En teoría ya habían pasado
todos los ciclistas del grupo A, pero él no quería quedarse con la duda…y menos
mal. Su “olfato” nos llevó hasta un biker rezagado que se había quedado tirado
por un pinchazo. Le ayudamos y pudimos retomar la marcha hasta el primer
avituallamiento, en el monte Carbonero.
Ahora llegaríamos a un lugar que me dejó maravillado por su
paisaje, en esta época del año muy verde, y que intentaré visitar este verano.
Se trata de la subida a Fuentes, parecía la casa de los teletubbies, como si
una alfombra recubriese el suelo y pedaleáramos sobre moqueta. Allí tuvimos que
parar, para dejar pasar al grupo A de la marcha, que venían como un tiro. Luego
pasamos por un puente de madera “artesano”. Según me contaron fue construido
por un señor de la zona. Le faltaba un poco de mantenimiento y alguna tabla,
pero pudimos pasar sin percances. Y la subida siguiente fue muy divertida,
rodamos por encima de unas losas de piedra que llevaban a una cantera de
pizarra, el sol apretaba de lo lindo por allí.
Había que recuperar tiempo para enganchar a los ciclistas
del grupo B, así que después de una charla “técnica” de Borchi y los
conductores del camión escoba, empezamos a tirar rápido camino de Domingo
García y la ermita de San Isidro.
Empezamos a subir las piedras y vemos que las últimas unidades del grupo
van bastante justitos y les cuesta subir. Pensé “bien, ya hemos alcanzado al
gran pelotón” pero un par de percances nos haría retrasarnos de nuevo. De
repente veo como Borchi rompe la cadena de su bici. Normal, con ese poderío y
esa potencia que guardan sus piernas necesitaría una cadena de Adamantium (
algunos estaréis flipando, no conocéis este metal. Es el material con el que
están hechas las garras de Lobezno. ¿Qué quien es Lobezno? Otro día os hablo de
los X-Men, ok?). Nada que no pueda arreglar un trincha-cadenas y un cierre
rápido. Seguimos subiendo…
Cuando empezamos a bajar, dirección a Bernardos, vemos a 2
bikers en apuros. Uno de ellos había pinchado la cámara. Además no podía
prestarle la que llevaba yo de repuesto, ya que su llanta tenía el agujero fino
de válvula presta. Intentamos poner 2 parches, pero el trabajo fue inútil. La
cámara llevaba dentro un líquido anti pinchazos y tenía como unos bultos que
impedían la buena adherencia del parche. Al final vino Felipe y otro compañero
en un Quad y llamaron a la Pick-Up para echar la bici arriba. Perdimos mucho
tiempo entre estos dos percances, así que acortamos un poco la ruta y fuimos
directos al segundo avituallamiento. Allí las chicas estaban esperándonos para
reponer fuerzas. Un plátano, recarga de agua en la mochila y salimos zumbando
camino del paso de la Balisa. El compadre que venía conmigo se creció después
de ver a su mujer, que le había guardado un Aquarius. Pero aquello no era
Aquarius, aquello debía ser la pócima mágica de Asterix y los irreductibles
galos. ¡¡¡Como daba pedales!!! Yo volvía a sufrir por la cadena, ya no me
quedaban más eslabones rápidos…
Una vez en la Balisa veo que está Adolfo (el hermano del
presi) preparado para sacarnos unos retratos con su cámara. Como había un palmo
de agua, en vez de bordear el charco, lo pasé por el medio. Ya que te van a
hacer una foto, al menos que salga chula, no???
Doy fe que la secuencia de instantáneas es espectacular. Gracias
Tobe!!! Llegamos al camino del Ave y
empezamos a ver las últimas unidades de la marcha. Allí fue el primer y único
momento de relajación de todo el recorrido, donde fuimos a remolque de las
circunstancias. Al llegar al prado de Navaverde estaban todos parados para reagruparnos,
y así fue como entramos triunfales por las calles de Nava, que acogió la llegada
de los ciclistas con aplausos y gritos de ánimo. Cruzamos la línea de meta los
tres mosqueteros (Borchi, Isidro y yo) y allí obtuve el mejor trofeo que se
puede tener, a mis tres chicas esperándome para darme un enorme beso y abrazo.
Mereció la pena el esfuerzo.
Una vez duchado me dirijo hacia el Polideportivo, a comer con la familia y explicarnos las aventuras vividas durante la mañana. Como nos daba corte y conocíamos a pocas personas, nos pusimos a comer en las gradas, y dejamos las mesas para los demás. Cuando estábamos terminando una persona, desde lo lejos, hacía aspavientos con las manos. Era Borchi, que nos invitaba a bajar a la pista y comer con otros miembros del Club. Y el momento especial de la tarde vino cuando me entregaron el premio al ciclista que venía de más lejos. David no paraba de hablar por el micro, de repente, todos se giraron y me miraron a mí. No me había enterado, pero me estaban llamando para recoger el obsequio…JUAS!!! Pocas cosas se pueden criticar de la marcha, pero una sugerencia es contar con otro equipo de sonido para ediciones futuras. El que se utilizó no se escuchaba bien y producía mucho eco.
Y esta es mi visión personal de la marcha Navabike V
aniversario. A continuación os dejo el enlace a la página web del Club (mi
Club) algún video de la marcha y el track GPS grabado aquel día.
Nos vemos este
verano, Navabikers.
Sitio Web C.D.Navabike
Track GPS Navabike V aniversario by Luichi_CR
Todos los videos y muchas fotos son cortesía de Adolfo Marugán
Sitio Web C.D.Navabike
Track GPS Navabike V aniversario by Luichi_CR
Todos los videos y muchas fotos son cortesía de Adolfo Marugán
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