Parece ser que no teníamos bastante con hacer la Selénika , teníamos
“hambre” de btt y seguimos buscando objetivos. Se nos puso delante La Falconada de Sabadell,
pero ya no quedaban inscripciones libres. La otra opción (más exigente) era la Trinxacadenes , solo
escuchar el nombre se te ponen los pelos de punta…
El domingo 21 de octubre tocaba madrugar. No había opción de
recoger el dorsal el día anterior, así que quedamos a las 8h. en Vallromanes
para realizar los trámites previos a la salida. Además del “dúo
sacapuntas” (léase Axel y yo) este día
contamos con la compañía de mi amigo Antuan y de Santibon, que se estrenaba en
esto de las pedaladas. Gerard, un compañero de Club también estaba inscrito,
pero no pude hablar con el y su participación era dudosa.
Milagrosamente dejó de llover 5 minutos antes de la salida.
Aquí llegó la duda, porque llevábamos todos puesto el chubasquero, pero al
dejar de llover, opté por quitarme la prenda, para evitar pasarlo mal en las
primeras rampas. Prefería mojarme que tener un buen calentón. Y en cuestión de
segundos mis compis hicieron lo propio. Savia elección, pues no volvió a llover
durante toda la pedalada. Allí nos encontramos con Gerard, que al final pudo
despegarse las sábanas y se lió la manta a la cabeza para dar pedales
¡¡¡bien!!!
Salimos, para variar, desde atrás pero con ganas de remontar
posiciones y tirar fuerte desde el principio. La grupeta de 5 enseguida se
quedó fraccionada en 2 grupos. Antuan con la bici muleto (su Canyon está en
parada técnica por el amortiguador trasero) y Santibon en su primera pedalada
“oficial” prefirieron coger un ritmo más tranquilo. Gerard, Axel y yo
comenzamos a tirar. Aquella tripleta duró unos 5 km . junta porque yo me
descolgué para coger mi ritmo y empezar a guardar fuerzas para lo que vendría,
que era bastante exigente…
Tras subir bastante cómodo la primera subida, de las seis
que tenía la ruta, empezamos a bajar por un senderito fácil y por una pista
rápida después. Los dos días de lluvias anteriores habían dejado el firme en
mal estado, muy resbaladizo y peligroso. Al llegar a bajo toca remontar por una
especie de riera que se convertiría en pista, el tramo más duro del recorrido.
Allí nos dejamos media vida, escalando (subir es un eufemismo) aquella dura
pista. Aquí tuve que poner pie a tierra antes de que me explotara el corazón y
no fui el único. Ya se sabe, mal de muchos, consuelo de tontos…
Al coronar nos esperaba el primer avituallamiento del día.
Aprovecho para llenar la joroba de agua y tomar algo de fruta. La pendiente en
este punto se suavizó mucho, seguimos remontando un poco más hasta empezar otro
senderito de bajada muy divertido que nos llevaría a tomar la primera decisión
del día. Si seguimos recto nos decantamos por el recorrido corto, si giramos a
la derecha en subida optaríamos por el temido recorrido largo. La segunda rampa
del día había minado las fuerzas y la moral del que escribe, pero el reto de
terminar esta pedalada tan reconocida por su dureza era muy apetecible.
Evidentemente, giré a la derecha.
Tras pasar por un control de paso colocado por la
organización, paré a limpiar la transmisión de mi Alma con un poco de agua y la
ayuda de una rama. A pesar de que la bici iba hasta el culo de barro, la cadena
no dio el más mínimo problema, ni el más pequeño ruido o atisbo de fallo. Las
primeras rampas fueron duras, luego se suavizó la pendiente. Creo recordar que
pasamos cerca de una hípica, aquí giro a la izquierda y seguimos subiendo.
Pregunto a un miembro de la organización cuanto queda de recorrido y me dice
que estamos a mitad de la pedalada. No me cuadra nada, ya que el parcial de mi
cuenta está en 8 Km .
los 8 Km
más largos de mi vida. Pero el que estaba equivocado era yo, ya que a causa del
barro el sensor del cuenta dejó de funcionar. Consultando el GPS llevába más de
16 Km en
las patas.
Otra bajada, al principio bastante rápida y fácil que se
convertiría en una trampa “mortal” Un senderito exquisito en bajada, en
condiciones de seco, pero con barro era una gran putada. Tras hacer un cursillo
acelerado de derrapaje y frenar en más de una ocasión con algún árbol,
decidimos poner de nuevo pie a tierra para evitar males mayores. Pero esto solo
era la antesala de otro pequeño infierno, el que se viviría al remontar la
nueva subida. Aquello no era barro, era chocolate. La pendiente y el barro
removido no facilitaban las cosas y te dejabas las pocas energías que quedaban
en tu cuerpo en aquella pista de patinaje.
Volvemos a bajar, esta vez por una pista rápida, que a veces
se cierra mucho, repleta de escalones, con las temidas raíces pero con el piso
bastante compactado que dejaba algo de tiempo para relajarse encima de la bici
y disfrutar del recorrido. Llegamos al segundo (y último) avituallamiento. Pido
agua y me comentan que les queda muy poca y que no pueden dar mucha. Enseño el
Kamelbak y me rellenan un poquito el
depósito. Cuando procedo a ponérmela en la espalda noto un pequeño “Tsunami”
que recorre mi espalda y mi cuerpo. Otro biker me dice “me parece que no lo has
cerrado bien” Efectivamente, con las
prisas había dejado semiabierto el tapón y me duché entero. Avergonzado tiré
para delante casi sin agua y con el cuerpo helado por el chapuzón inesperado.
Cualquiera pedía agua de nuevo por semejante estupidez…
Quedaban 2 subidas de las seis iniciales. Había que poner el
cuerpo en modo “endurance” y acabar lo más fresco posible. Durante el recorrido
nos encontramos a otros bikers que iban en parejas, llevaban dorsales y unos
porta-mapas muy grandes. Paré y les pregunté si estaban haciendo alguna
competición. Me comentaron alguna cosa de un raid. Habrá que investigar, tenía
buena pinta al combinar bici y orientación. Seguimos y llegamos a una
población. No da tiempo a adentrarnos en ella que nos hacen girar a la
izquierda por una pista ancha, con bastante tráfico de coches. Rompemos de
nuevo por un senderito con mucho sube-baja, para ascender el último escollo
para llegar a meta.
Durante la última subida conversamos con un biker local, el
cual nos habíamos cruzado en muchas ocasiones durante el recorrido. Me comenta
que las dificultades han terminado, que ahora toca una suave bajada hasta el
pueblo y cruzar la meta. Al llegar a una urbanización y ponernos los dientes
largos porque desde allí se veía la llegada, nos hacen subir otra vez por un
tramo de asfalto. Era un pequeño regalo, un tramo totalmente encintado, al más
puro estilo circuito XC, que nos llevaría hasta el punto de salida.
Antes de cruzar el arco de meta escucho las voces de mis
compañeros de fatigas, todos en la meta, dándome ánimos. ¿Cómo es posible que
estén todos, si menos Gerard y Axel no me había adelantado nadie más? La respuesta es que Santi y Antuan optaron
por el recorrido corto. No se lo reprocho, el trazado largo era muy duro y más
después de estar lloviendo dos días seguidos había que tenerlo muy claro y
medir bien las fuerzas. A la llegada, limpieza de bicis, butifarrada y recogida
de camiseta técnica. Estas camisetas están muy bien, pero es el obsequio que
más repiten las pedaladas últimamente. Si no fuera mucho pedir, voy falto de
Culotes, así que sería un detalle que en la próxima ocasión caiga alguno,
JUAS!!!
Termino agradeciendo a la Organización el
trabajo realizado, aunque se les podría criticar que cerraran el servicio de duchas
muy pronto. Nos quedamos sin poder asearnos y tuvimos que volver a casa llenos
de barro. Suerte de las toallitas húmedas de mis hijas que llevo en el coche,
altamente recomendables en el vehículo de cualquier ciclista. Y destacar el
papel de mis compañeros de pedales:
-
Axel, el jodío está fuerte de cojones. Completó el
recorrido en menos de tres horas y por poco logra estar en el TOP 100.
-
Gerard. No está en su mejor momento anímico, pero ha
nacido para ir en bici. En esta ocasión hizo el recorrido corto, pero dejó su
sello al hacer un tiempo muy respetable. No lo vimos en meta, pero nos regaló
una foto en la misma salida.
-
Santi. Hace poco que disfruta de su 29er. Axel
consiguió que se apuntara a este reto y lo pasó con nota. Tienes que venir más
con nosotros figura!!!
-
Antuan. No tenía su “arma” a punto y corrió con el
muleto. A pesar de que conocía la dificultad de la prueba (ya ha corrido otros
años) se apuntó. A poco que cuide su forma física nos da pal pelo. Cuídate!!!!
Ahora os dejo con los enlaces pertinentes del Track, la
pedalada y una foto muy especial, con dos auténticos campeones y Titanes del
desierto. Mar, primer clasificada en féminas e Isra (Israel Núñez) segundo
absoluto, ambos bikers de Martorell y pertenecientes a mi Club. GRANDES!!!!!
Trinxacadenes 2012 by Luichi_CR de luichi_cr en Garmin Connect: Detalles
Web oficial de la Trinxacadenes
Y como siempre, para finalizar, un video de la pedalada que nos ofrece la organización con la ayuda del grupo ciclista QKS de Llum y subido a Youtube por el usuario 11redir :
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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